Historia

La arqueología nos ofrece datos acerca de la presencia humana continuada en el término municipal de Rincón de la Victoria a lo largo de la historia y con el paso de diferentes culturas y sociedades. Esto corresponde a un territorio que reúne diferentes puntos a favor de la formación de diferentes asentamientos como son el agua dulce, la protección en cuevas y cerros, tierra fértil, recursos marinos y vías de comunicación entre el este y el oeste, y hacia el interior. También hay que añadir un clima suave que posibilita el cultivo durante todo el año. Además, presume de un enclave idóneo en el Mar Mediterráneo tanto para la llegada de nuevas culturas como para el comercio.

Prehistoria y primeros vestigios de asentamiento

Ollas del Neolítico de la cueva del Higuerón o del Tesoro en el Museo Arqueológico Nacional

En Cueva de la Victoria y Cueva del Tesoro hay indicios claros de la existencia de grupos humanos desde el Paleolítico Medio (Musteriense) y Superior (Solutrense), y durante la Prehistoria Reciente (Neolítico y Calcolítico). Prueba de ello es la pintura rupestre más emblemática y quizás conocida (que fue elegida para el logo de la Cueva del Tesoro), denominada “el ciervo”, y que pertenece al Paleolítico superior.

Ya en época íbera pudo haber algún asentamiento, según indican los restos hallados por arqueólogos de la zona. Y es que se conservan pruebas de una zona amurallada que protegería un núcleo datado del año 1.000 a.C.

Época fenicia y romana

El poblamiento más antiguo del término municipal es un asentamiento fenicio del siglo VII a.C. que se encuentra en la vertiente sur de La Loma de Torre de Benagalbón, que además se mantuvo hasta época romana, desplazándose al llano, donde se conservan los restos de la villa romana marítima del Museo Villa Antiopa.

Probablemente, uno de los puntos que hizo del asentamiento un lugar a tener en cuenta tanto en época fenicia como sobre todo época romana fue su importancia como centro de comercio. En toda la zona de la Costa del Sol se han encontrado restos de primeros lugares de fabricación de garum (salsa de pescado realizada con vísceras fermentadas) o de salazones.


Mosaico de la villa romana de Torre de Benagalbón y herma hallada durante su excavación

La mayor intensidad de restos de poblamiento humano se concentran en el cruce de las vías de comunicación litoral y del interior, cuyo control permitía el cerro del Castillón, que en su cima mantiene aún el recinto murado del castillo de época musulmana, y en su interior se identificaron restos cerámicos prerromanos.


Excavaciones de Manuel Laza en el castillo hacia 1956

Puerta del recinto de la fortificación del cerro del Castillón

Trama urbana desde los siglos X al XII

Época Andalusí

A los pies del cerro y hacia la playa se extendió desde los siglos IX al XV la alquería medieval de Bezmiliana, cuyo nombre conocemos por los escritos de autores musulmanes, y de la que tenemos constancia gracias a las numerosas excavaciones arqueológicas desarrolladas.

Alrededor del siglo XI, en época andalusí, adquiere mayor relevancia por la aparición de dos mezquitas, algo a tener en cuenta en la zona para esa época. Es precisamente este momento cuando Benagalbón fue fundado posiblemente por una tribu bereber durante las invasiones norteafricanas, cuyo antropónimo da nombre a la localidad y al municipio creado en el siglo XIX. Otro de los núcleos, La Cala del Moral, debe su nombre a la presencia de numerosas moreras durante el periodo andalusí, vinculadas a la producción de la seda.

Edad Moderna

Un hito importante en la historia del municipio es el paso del ejército de los Reyes Católicos desde Vélez–Málaga hacia Málaga en mayo de 1487 con motivo de la Toma de Málaga, que sirve para incorporar a la Corona de Castilla una Bezmiliana despoblada que sería repoblada con cristianos viejos.

En la campaña de refuerzo del sistema defensivo, ante el incremento de la piratería costera, Fernando de Uncibay convierte en fortificación la mezquita mayor, de la que se conserva su aljibe, la base de su alminar y la base del baluarte cristiano.

Aljibe de la mezquita
Torre vigía de Torre de Benagalbón

En 1511 los registros señalan la despoblación de Bezmiliana. La población se desplaza hacia el interior y el nombre se conserva en las ventas de Mixmiliana, situadas junto al poco transitado por inseguro Camino de Vélez, sometido a la piratería primero islámica y luego inglesa

Es durante el reinado de Carlos III, y durante los años posteriores,  que se construye uno de los símbolos de la actual Rincón de la Victoria como es la Casa Fuerte Bezmiliana. Ante la actividad constante y creciente de la piratería del Mediterráneo, Felipe II manda a construir diferentes fortificaciones por toda la zona costera, comenzando desde Gibraltar en 1571. A modo de curiosidad, Torre de Benagalbón recibe su nombre por la construcción de dicha fortificación.

La seguridad revitaliza el tráfico comercial por la carretera de la costa, favoreciendo el asentamiento de pescadores levantinos entre El Cantal y el promontorio de las Pedrizas. Se van a desplazar a este «rincón», bajo la propiedad de los frailes Mínimos que cuidaban del Santuario de la Victoria de Málaga y que desde finales del siglo XV tenían casa y viñedos. De ahí, muy posiblemente, procede el nombre Rincón de la Victoria, ya que es la advocación asociada a esta orden.

A lo largo del siglo XIX proliferan los huertos, y cobra gran auge el tráfico para abastecer a Málaga de verduras y pescado, y para dar salida a los cultivos tradicionales de higos y pasas del interior. Las condiciones de crecimiento propician el nacimiento del primer Ayuntamiento que se tuvo, situado en Benagalbón, hoy Rincón de la Victoria, tras conseguir su independencia de Moclinejo un 28 de agosto de 1835.

A finales de este siglo XIX aparece una plaga de filoxera, un parásito que arrasaría por completo los campos de viñas. Este fue uno de los empujes más importantes no solo para volver a ver los primeros asentamientos de pescadores de nuevo, sino al posterior crecimiento nuevamente bajo las faldas de lo que era la antigua Bezmiliana. La llegada del ferrocarril en 1908 dinamizó aún más la zona de la costa, algo que favoreció, entre otras cosas, las condiciones que provocaron, en 1950, el cambio de nombre del municipio y su capitalidad, pasando de Benagalbón a Rincón de la Victoria.

La cercanía con Málaga y el crecimiento exponencial de Rincón de la Victoria, con sus respectivas áreas de ocio y descanso, ha hecho que el núcleo sea uno de los diez municipios más grandes de todo Málaga en la actualidad, sobrepasando los 50.000 habitantes.

Un recorrido histórico por Rincón de la Victoria

Os dejamos el vídeo que recuerda parte de la historia del municipio durante los actos conmemorativos de la constitución de Rincón de la Victoria:

NOTICIAS RELACIONADAS