El municipio de Rincón de la Victoria, al igual que buena parte de toda la costa malagueña, ha tenido durante buena parte de su historia la pesca como uno de sus puntos fuertes. Si bien es cierto que se entiende por jábega el arte de pesca con red y tiro, es precisamente en lugares como Rincón de la Victoria que se da el nombre de jábega a unas singulares embarcaciones de remo. Una importancia de estas tripulaciones que llegan hasta nuestros días, dedicadas al uso lúdico y deportivo.
Orígenes Históricos
Como ya vimos en otros post como el de la Casa Fuerte Bezmiliana, la importancia marítima en municipios como Rincón de la Victoria han conseguido influir hasta tal punto que han girado la historia en torno al mar y sus necesidades. Si ya hablamos de las torres almenaras y su importancia, hay que centrarse en el «otro punto de mira«. Y es que para que se necesitase seguridad de cara a los ataques marítimos, se necesita un transporte necesario, sobre todo para traspasar o bien entre pueblos, o bien por el estrecho. Uno de los grandes pueblos que dignó este tipo de vida y negocio fueron los fenicios.
Como comentábamos anteriormente, una de las acepciones más seguidas fuera de Málaga para el término jábega es la de pesca en red. De hecho, la palabra viene del árabe sabaka, que significa «red». Por ello, en pueblos como Rincón de la Victoria conocemos como jábega las embarcaciones que tiraban de estas redes hasta la prohibición de este tipo de pesca en las costas europeas.
Una embarcación de jábega primitiva tenía una eslora alrededor de los seis metros, mientras que de ancho -o manga- tenía sobre 1,80 metros. Además, tienen un peso cercano a la tonelada. En su época de esplendor las jábegas contaban con un número de alrededor 7 u 8 remeros, puesto que el tamaño no daba para muchos más. Desde la barca se calaba la red -acto de lanzarla- para después recogerla desde la costa tirando desde tierra. Por normal general, las embarcaciones de época fenicia iban decoradas con colores vivos y adornadas con diferentes motivos como los ojos fenicios.
La suma de culturas que han pasado por nuestras costas durante las épocas fenicias, árabes y romanas han formado una amalgama de ideas que han ido surgiendo en respuestas a las diferentes necesidades que ha ido necesitando el hombre durante el paso de los años. Por ello, y sobre todo gracias a estos pueblos acostumbrados al comercio marítimo, hemos visto cómo las barcas y barcazas se han ido sofisticando según las necesidades. En nuestro caso, estas necesidades han desembocado en la aparición de las jábegas. Con un litoral marítimo en el que la pesca es posible desde cerca de la costa, este tipo de embarcaciones ha sido un punto clave para poder hacerse con grandes cantidades de pesca de una tacada. Tal es la exposición de las diferentes culturas de estos pueblos que han pasado por nuestras costas que conocemos diferentes embarcaciones similares a la jábega en lugares como Italia -saciabecco- o el Mar Rojo -sambuk-.
Transformaciones a lo largo del tiempo de la jábega
Aunque las medidas en un primer momento eran otras, durante la historia fueron cambiando según las necesidades. Las jábegas pasaron a tener una eslora de entre 7 y 14 metros, mientras que su manga pasó a ser de 2,5 metros. Hoy en día estas tripulaciones cuentan con hasta 15 remeros además de un timonel. Las jábegas eran embarcaciones realmente rápidas para la época, con un calado escaso, puesto que estaban pensadas para ser utilizadas cerca de la costa. Además, debían ser rápidas y sobre todo «fácilmente movibles» para poder tirar de las redes.
Uno de los puntos que más ha ido evolucionando con el paso del tiempo en las jábegas ha sido la percha o pértiga. Se trata de un palo largo que servía para inmovilizar o al menos mantener a la barca en el rebalaje una vez que se acercaba a este.
Ya lo hemos mencionado anteriormente, pero no está de más decir y señalar que el arte de la pesca ha ido cambiando según las necesidades y sobre todo según lo que el mar da a los pesqueros. Además, las normas conforme la pesca en nuestras costas han ido cambiando, y la conservación de estas ha obligado a tener que parar este procedimiento. Así pues, la jábega en nuestras costas se ha ido dejando para motivos recreativos y sobre todo deportivo.
Actualidad
En la actualidad, es algo normal el uso de jábegas de forma recreativa, como mencionábamos anteriormente. En el municipio rinconero podemos disfrutar de las imperiales jábegas durante la festividad de Nuestra Señora de la Virgen del Carmen, durante el 16 de julio. Y es que numerosas embarcaciones se adentran en esta tradición marítima, en la que la Virgen del Carmen es paseada por nuestras costas. Además, es usual ver cómo las jábegas son una parte importante durante los tours turísticos de nuestro pueblo y lugares colindantes, para explicar la historia que nos ha llevado hasta aquí. Hoy en día son parte indispensable también del decorado pesquero de algunas de nuestras playas.
No solo para la celebración popular se ha quedado la jábega. Y es que en Rincón ya estamos acostumbrados al uso deportivo de estas embarcaciones. Tanto que se han adaptado su peso y forma para introducirlos dentro de los marcos exigidos en las diferentes competiciones. Unos cambios que han hecho que las jábegas pasen a tener un peso de 550 kilos, por ejemplo.
En la zona de Málaga y sobre todo en Rincón de la Victoria hemos visto cómo han surgido y crecido la llegada de diferentes grandes premios, con la «Liga de Jábegas» como la más importante. Además, en nuestro municipio hemos vivido ya algún evento de este estilo hace no mucho. Escuelas como «Remo Rincón» se dedican a preservar y enseñar a gente de todas las edades del pueblo la pasión por este tipo de embarcaciones. Por el momento cuentan con cuatro de ellas, con las que hasta 180 alumnos disfrutan cada año.