Cueva de la Victoria

Descripción

Por primera vez en 30.000 años, la Cueva de la Victoria abre sus puertas al público con una experiencia guiada por un experto.

Duración: 2 horas.

Qué incluye tu visita:

  • Arte rupestre del Paleolítico y Neolítico.
  • La Sala del Dosel, un hipogeo funerario que precede en 3.000 años a las tumbas egipcias.
  • Pinturas emblemáticas, como «El Ciervo» del Paleolítico superior.
  • Arqueología viva: descubre cómo vivían, comían y rendían culto los primeros habitantes de Málaga.

Equipamiento incluido: Casco con frontal LED.

Recomendaciones: Lleva calzado deportivo antideslizante y ropa cómoda. La temperatura interior es de 18-19 ºC.

Si quieres saber más, consulta nuestra Guía Completa de Cueva de la Victoria.

Horarios:

  • Lunes, jueves, viernes y sábados: 10:00 h, 12:30 h, 16:00 h.
  • Domingos: 10:00 h, 12:30 h, 16:30 h.
  • Cerrado: Martes y miércoles (excepto festivos).
  • Días no disponibles: 24, 25, 31 de diciembre; 1 y 6 de enero.

Cupo diario limitado: Solo 30 visitantes al día, repartidos en grupos reducidos de 10 personas.

La Cueva de la Victoria dispone de los siguientes servicios:

La experiencia

¿Listo para sentir la emoción del pasado? Descubre el turismo activo más fascinante y déjate llevar por una experiencia inolvidable en la Cueva de la Victoria.

Esta actividad está tipificada como Turismo Espeleológico Activo:

  • Edad permitida: Entre 10 y 70 años.
  • Condiciones físicas: No apto para personas con problemas de movilidad o claustrofobia.
  • Vestimenta: Calzado de trekking o montaña.

Ahora sí. ¡Descúbrela!

Visita Virtual

La Historia de Cueva de la Victoria

Ubicada en el imponente acantilado del Cantal, en Rincón de la Victoria (Málaga), la Cueva de la Victoria es un lugar de gran relevancia histórica y arqueológica, cuyas raíces se hunden en los albores de la humanidad. Con 30.000 años de historia, esta cavidad ha sido testigo de la evolución cultural de los primeros grupos humanos que habitaron la Bahía de Málaga.

Un refugio prehistórico único

Durante el Paleolítico superior y el Neolítico, la Cueva de la Victoria sirvió de refugio y espacio ceremonial para las comunidades humanas. Este complejo natural, formado por más de dos kilómetros de galerías, no solo proporcionó cobijo, sino también un espacio de expresión artística y ritual.

En sus paredes se encuentran pinturas rupestres que representan escenas de la vida cotidiana, la espiritualidad y la interacción social de estas comunidades. Concretamente, 67 figuras antropomorfas decoran sus galerías, siendo una de las colecciones más significativas de arte esquemático del sur de Europa.

Un enclave funerario del Neolítico

La Cueva de la Victoria adquirió un papel especial durante el Neolítico, convirtiéndose en un importante espacio funerario. Hace aproximadamente 13.000 años, sus habitantes plasmaron la silueta de individuos en una de sus galerías principales, creando una escena simbólica que representaba la relación entre los vivos y los muertos.

En el centro de la galería funeraria se colocaban los restos de los fallecidos, rodeados por estas representaciones antropomorfas. Este tipo de enterramiento comunitario evidencia la importancia de los rituales y creencias en torno a la vida y la muerte en aquella época.

Pinturas y arte rupestre: un legado único

El Arte Paleolítico y el Arte Neolítico que alberga la cueva constituyen un testimonio excepcional de las habilidades artísticas y simbólicas de nuestros antepasados. Entre las obras más destacadas se encuentra «El Ciervo», una pintura emblemática del Paleolítico superior que ha llegado a ser símbolo de las Cuevas del Tesoro, con las que está conectada.

Este tipo de arte, junto con los grabados y las piezas arqueológicas encontradas en el yacimiento, forma parte de un legado que ha sido reconocido como uno de los más importantes de la Europa mediterránea.

Hallazgos arqueológicos: piezas que narran la historia

La Cueva de la Victoria ha proporcionado numerosos objetos que ilustran el día a día de estas sociedades prehistóricas. Desde herramientas de piedra hasta restos de alimentos como mariscos, estos vestigios revelan detalles sobre la dieta y las actividades económicas de los antiguos habitantes de la Bahía de Málaga.

Algunos de los hallazgos más destacados, como los arpones y otros utensilios neolíticos, se exhiben en el Museo Arqueológico Nacional, consolidando a esta cueva como un referente indiscutible del patrimonio prehistórico peninsular.

Transformación y apertura al público

Conocida turísticamente desde mediados del siglo XX, la Cueva de la Victoria formó parte de las exploraciones realizadas en el sistema de cavidades del Cantal, que incluye la Cueva del Tesoro y la Cueva del Higuerón. En los años 70, las obras de conexión entre estas cavidades preservaron su tramo más prehistórico, el cual permaneció cerrado al público durante décadas.

Hoy, tras una cuidadosa labor de conservación, la Cueva de la Victoria se ha abierto para ofrecer una experiencia única, combinando ciencia, historia y cultura en un recorrido guiado que permite a los visitantes explorar sus secretos más profundos.

Un legado que trasciende el tiempo

La Cueva de la Victoria no es solo un monumento a la historia de la humanidad, sino también un recordatorio de nuestra conexión con el pasado. Su conservación y estudio continúan arrojando luz sobre el papel estratégico y cultural de este enclave en la historia del Mediterráneo occidental.

Visitar la Cueva de la Victoria es adentrarse en un capítulo vivo de la prehistoria, un viaje que conecta las raíces más antiguas de Málaga con el presente.

HORARIO DE ENTRADA